Combinar biotecnología y cerveza no parece buena idea, pero para un cervecero moderno tener una titulación en ciencias es la manera más habitual de iniciarse en este arte. “Cuando estudié elaboración de cerveza en la Universidad Técnica de Berlín, el curso lo abarcaba todo, desde ingeniería hasta bioquímica, microbiología y matemáticas”, recuerda Wiebke Hense, que se unió a Guinness como becaria hace cinco años y ahora es la directora de la cervecería y la gerencia en St. James’s Gate. “Al final, tuve que aprender cómo construir mi propia planta cervecera y entender los productos a nivel molecular. Era la única mujer de la clase pero recuerdo que pensaba que si los chicos lo podían hacer, yo también”.
“Estudiar tecnología de la elaboración de la cerveza fue la mejor decisión que he tomado.”
Wiebke Hense
Los procesos únicos de elaboración de cerveza fueron los que la conquistaron. “Estudiar tecnología de la elaboración de la cerveza fue la mejor decisión que he tomado. El proceso es fascinante: antiguo y tradicional, pero también nuevo y sorprendente. Tener en las manos una cerveza después de haberte ocupado de ella durante todos sus diferentes etapas es muy gratificante”. Feodora Heavey, compañera cervecera y técnica del proceso de desarrollo está de acuerdo. Estudió Ciencia Químicas y Farmacéuticas en la Universidad de la Ciudad de Dublín antes de enamorarse del proceso de elaboración de la cerveza durante sus prácticas en Guinness. “Me encantó la técnica, la innovación y la artesanía que hay tras la cerveza. A partir de ese momento supe que quería ser cervecera al acabar mis estudios”.
¿Qué consejo daría Heavey a alguien que quiere convertirse en cervecero? “Que le apasione la cerveza. Para amar la elaboración de la cerveza, tienes que apreciarla. Hay un pequeño número de cursos especializados en elaboración de cerveza, aunque una buena manera de iniciarse en la industria es a través de la ciencia y la ingeniería”. Cita su trabajo en el BREWERS PROJECT y “la parte física del molido y el macerado”como, sin duda, las partes favoritas de su trabajo, aunque atravesar las puertas de la cervecería al estilo “Charlie y la Fábrica de Chocolate” cada día también es emocionante. “El equipamiento cervecero es inigualable y St. James’s Gate está plagada de historia. Es especial saber que aquí se ha elaborado cerveza durante generaciones y que continuará haciéndose en un futuro”.
